JAFET ARMADANS Y HÉCTOR GONZÁLEZ
FERNANDO DE ROJAS
Nació en La Puebla de Montalbán (Provincia de Toledo ), hacia 1470, en el seno de una familia de judíos conversos que reaparece en posteriores procesos inquisitoriales por mantener el judaísmo a escondidas de la Inquisición. De Rojas ayudó a miembros de su familia, los llamados marranos o criptojudíos, Anusim en la literatura rabínica, afectados por las persecuciones de la Inquisición. Su familia habría sido perseguida y él mismo ha aparecido en documentos como acusado por la Inquisición, documentos que demuestran que fue el autor de La Celestina.
Estudió leyes en la Universidad de Salamanca, según él mismo afirma en La carta del autor a un amigo suyo, que precede el texto de su obra. Parece documentado que hacia 1496-97 habría obtenido su grado de Bachiller en Leyes.
Hoy día no se duda de que sea el autor de La Celestina, que habría escrito con pocos más años que su protagonista, Calisto, que cuenta con veintitrés. Fernando de Rojas rondaría los veinticinco años. El autor reveló su nombre y lugar de nacimiento en un famoso acróstico al principio de la segunda edición del año 1500. No se le conoce ninguna otra obra ni es mencionado por ninguno de sus contemporáneos.
Se le sabe establecido en la localidad de Talavera de la Reina, población de la que algunos autores piensan que fue alcalde1 y casado allí. Su condición de converso influye en el argumento de su obra, que a decir de la mayoría de los críticos es obra de alguien de esta condición: se ha dicho que la ausencia de fe firme justificaría el pesimismo de La Celestina y la falta de esperanza patente en su dramático final.
Murió en 1541 en Talavera de la Reina, entre el 3 y el 8 de abril. Sus restos fueron enterrados en el convento de la Madre de Dios de esa ciudad y en los años 80 fueron trasladados a la Colegiata de Santa María la Mayor de Talavera. Se conserva su testamento, fechado ese día 3, muy detallado, que ha sido el deleite de los críticos al poder estudiar su abundante biblioteca. Dejó los libros de derecho a su hijo, que también fue abogado, y los de literatura profana a su esposa. En el inventario de su biblioteca, y eso es lo extraño, solo figura un ejemplar de La Celestina (cuando murió había al menos 32 ediciones de la obra) y ninguno de la Segunda comedia de La Celestina y de la Tercera parte de la tragicomedia de Celestina, publicadas en vida de Rojas.
en cuyos documentos se ha podido intuir su autoría de la que es una de las obras más importantes de la transición entre la Edad Media y el Renacimiento, la Tragicomedia de Calixto y Melibea (más comúnmente denominada como La Celestina). No obstante, existen problemas evidentes para discernir si Fernando de Rojas fue, efectivamente, el autor de una parte o de la totalidad de la obra. En el siglo XIX se llegó a poner en duda inclusive la existencia de un personaje real llamado así, teoría que se demostró errónea en el siglo XX al documentarse a De Rojas. De Rojas estudió Leyes en Salamanca, donde supuestamente encontró un manuscrito incompleto de la obra, que él supuestamente completó. Se ha atribuido a Juan de Mena o a Rodrigo de Cota ese primer manuscrito inconcluso, aunque estudios posteriores han descartado al primero y ven improbable que De Cota tuviera alguna relación con el texto. De Rojas llegó a ser, tal vez, alcalde de Talavera de la Reina, poseyendo una amplia biblioteca. Sin embargo, tras estudiar su testamento se comprobó que no poseía ningún ejemplar de La Celestina, uno de los libros más famosos de su tiempo.
Se calcula que de 1499 a 1634 se publicaron 109 ediciones en castellano, no sólo en España sino también en otros países de Europa, donde además fue traducida a diversas lenguas.
En la Carta del autor a un su amigo, que precedió a la obra en la edición de 1500 (Toledo), Rojas declara que encontró escrito el primer acto y le gustó tanto que decidió completar la obra. Esta afirmación ha sido corroborada por la mayoría de estudiosos de La Celestina: de este modo, el extenso acto I (ocupa cerca de la quinta parte de sus páginas) habría sido escritor por una autor cuya identidad aún no ha sido verificada (Rojas mencionó en la Carta a Juan de Mena y Rodrigo Cota como posibles autores). Rojas también aclaró que los "argumentos" o resúmenes que preceden a cada acto fueron añadidos por los impresores.
FERNANDO DE ROJAS
Nació en La Puebla de Montalbán (Provincia de Toledo ), hacia 1470, en el seno de una familia de judíos conversos que reaparece en posteriores procesos inquisitoriales por mantener el judaísmo a escondidas de la Inquisición. De Rojas ayudó a miembros de su familia, los llamados marranos o criptojudíos, Anusim en la literatura rabínica, afectados por las persecuciones de la Inquisición. Su familia habría sido perseguida y él mismo ha aparecido en documentos como acusado por la Inquisición, documentos que demuestran que fue el autor de La Celestina.
Estudió leyes en la Universidad de Salamanca, según él mismo afirma en La carta del autor a un amigo suyo, que precede el texto de su obra. Parece documentado que hacia 1496-97 habría obtenido su grado de Bachiller en Leyes.
Hoy día no se duda de que sea el autor de La Celestina, que habría escrito con pocos más años que su protagonista, Calisto, que cuenta con veintitrés. Fernando de Rojas rondaría los veinticinco años. El autor reveló su nombre y lugar de nacimiento en un famoso acróstico al principio de la segunda edición del año 1500. No se le conoce ninguna otra obra ni es mencionado por ninguno de sus contemporáneos.
Se le sabe establecido en la localidad de Talavera de la Reina, población de la que algunos autores piensan que fue alcalde1 y casado allí. Su condición de converso influye en el argumento de su obra, que a decir de la mayoría de los críticos es obra de alguien de esta condición: se ha dicho que la ausencia de fe firme justificaría el pesimismo de La Celestina y la falta de esperanza patente en su dramático final.
Murió en 1541 en Talavera de la Reina, entre el 3 y el 8 de abril. Sus restos fueron enterrados en el convento de la Madre de Dios de esa ciudad y en los años 80 fueron trasladados a la Colegiata de Santa María la Mayor de Talavera. Se conserva su testamento, fechado ese día 3, muy detallado, que ha sido el deleite de los críticos al poder estudiar su abundante biblioteca. Dejó los libros de derecho a su hijo, que también fue abogado, y los de literatura profana a su esposa. En el inventario de su biblioteca, y eso es lo extraño, solo figura un ejemplar de La Celestina (cuando murió había al menos 32 ediciones de la obra) y ninguno de la Segunda comedia de La Celestina y de la Tercera parte de la tragicomedia de Celestina, publicadas en vida de Rojas.
en cuyos documentos se ha podido intuir su autoría de la que es una de las obras más importantes de la transición entre la Edad Media y el Renacimiento, la Tragicomedia de Calixto y Melibea (más comúnmente denominada como La Celestina). No obstante, existen problemas evidentes para discernir si Fernando de Rojas fue, efectivamente, el autor de una parte o de la totalidad de la obra. En el siglo XIX se llegó a poner en duda inclusive la existencia de un personaje real llamado así, teoría que se demostró errónea en el siglo XX al documentarse a De Rojas. De Rojas estudió Leyes en Salamanca, donde supuestamente encontró un manuscrito incompleto de la obra, que él supuestamente completó. Se ha atribuido a Juan de Mena o a Rodrigo de Cota ese primer manuscrito inconcluso, aunque estudios posteriores han descartado al primero y ven improbable que De Cota tuviera alguna relación con el texto. De Rojas llegó a ser, tal vez, alcalde de Talavera de la Reina, poseyendo una amplia biblioteca. Sin embargo, tras estudiar su testamento se comprobó que no poseía ningún ejemplar de La Celestina, uno de los libros más famosos de su tiempo.
Se calcula que de 1499 a 1634 se publicaron 109 ediciones en castellano, no sólo en España sino también en otros países de Europa, donde además fue traducida a diversas lenguas.
En la Carta del autor a un su amigo, que precedió a la obra en la edición de 1500 (Toledo), Rojas declara que encontró escrito el primer acto y le gustó tanto que decidió completar la obra. Esta afirmación ha sido corroborada por la mayoría de estudiosos de La Celestina: de este modo, el extenso acto I (ocupa cerca de la quinta parte de sus páginas) habría sido escritor por una autor cuya identidad aún no ha sido verificada (Rojas mencionó en la Carta a Juan de Mena y Rodrigo Cota como posibles autores). Rojas también aclaró que los "argumentos" o resúmenes que preceden a cada acto fueron añadidos por los impresores.
La Celestina
La Celestina es la obra más significativa del clima espiritual del sigo XV: refleja el desconcierto y pesimismo de un período de transición, en el que han desaparecido los valores medievales y aún no se ha impuesto el optimismo renacentista. Por primera vez en la literatura castellana se manifiesta la sensibilidad moderna, pero desde una perspectiva pesimista, pues el radical individualismo de los personajes los conduce al dolor y la muerte.
El libro apareció en 1499, y en esa edición no constaba el nombre del autor. En 1502 se publicó una edición ampliada, con un prólogo donde Fernando de Rojas dice que lo escribió para advertir a los locos enamorados de los peligros del amor, y justifica que ha añadido unos actos porque las gentes le pedían que ampliase los episodios amorosos. Esa edición también incluye unos versos acrósticos: a través de las letras iniciales se lee que entre <Fernando de Rojas es el autor de La Celestina>
La Celestina es una obra dialogada que sigue el modelo de la comedia humanística italiana, imitaba a los clásicos latinos. Se escribía en latín y era un teatro para ser leído, no para ser representado. Abunda lo sentimental y el análisi psicológico. Combina rasgos del teatro ( la forma dialogada) y de la novela ( el tono sentimental psicológico, y los frecuentes cambios de escenario).
Versos Acrósticos: Un acróstico es una composición poética o normal en la que las letras iniciales, medias o finales de cada verso u oración, leídas en sentido vertical, forman un vocablo o una locución.
Argumento
Un joven noble llamado Calisto se enamora de Melibea una joven chica, Calisto se declara por primera vez a la chica, pero Melibea lo rechaza. Calisto, aconsejado por su criado Sempronio, acude a una mujer que se dedica a hacer citas ( alcahueta ) llamada Celestina, para que le ayude con Melibea. Celestina va a hablar con Melibea y le consigue una cita, Calisto muy feliz de que Celestina le haya ayudado a conseguir la cita le regala una cadena de oro, los criados al ver esa ofrenda, van a reclamarle parte de lo conseguido. Tras una fuerte discusión entre Celestina y los criados que quieren parte de lo acordado, Celestina muere. Sempronio y pármeno, son acusados de matar a Celestina y son detenidos, Calisto ignora todo lo que es ajeno a su pasión por Melibea y substitulle a los criados. Calisto acude a la cita, que se lleva acabo en los jardines de Melibea, y los dos enamorados escuchan unos fuertes gritos que provienen donde esta sus criados, Calisto en su gran acto heroico trepa el muro para ver lo que sucede y cae, Calisto muere. Melibea le explica a su padre que su vida ya no tiene sentido y se arroja desde una torre al vació. El padre de Melibea concluye la obra manifestando el dolor y el sentimiento de un mundo rasgado por la Fortuna.
La Celestina es la obra más significativa del clima espiritual del sigo XV: refleja el desconcierto y pesimismo de un período de transición, en el que han desaparecido los valores medievales y aún no se ha impuesto el optimismo renacentista. Por primera vez en la literatura castellana se manifiesta la sensibilidad moderna, pero desde una perspectiva pesimista, pues el radical individualismo de los personajes los conduce al dolor y la muerte.
El libro apareció en 1499, y en esa edición no constaba el nombre del autor. En 1502 se publicó una edición ampliada, con un prólogo donde Fernando de Rojas dice que lo escribió para advertir a los locos enamorados de los peligros del amor, y justifica que ha añadido unos actos porque las gentes le pedían que ampliase los episodios amorosos. Esa edición también incluye unos versos acrósticos: a través de las letras iniciales se lee que entre <Fernando de Rojas es el autor de La Celestina>
La Celestina es una obra dialogada que sigue el modelo de la comedia humanística italiana, imitaba a los clásicos latinos. Se escribía en latín y era un teatro para ser leído, no para ser representado. Abunda lo sentimental y el análisi psicológico. Combina rasgos del teatro ( la forma dialogada) y de la novela ( el tono sentimental psicológico, y los frecuentes cambios de escenario).
Versos Acrósticos: Un acróstico es una composición poética o normal en la que las letras iniciales, medias o finales de cada verso u oración, leídas en sentido vertical, forman un vocablo o una locución.
Argumento
Un joven noble llamado Calisto se enamora de Melibea una joven chica, Calisto se declara por primera vez a la chica, pero Melibea lo rechaza. Calisto, aconsejado por su criado Sempronio, acude a una mujer que se dedica a hacer citas ( alcahueta ) llamada Celestina, para que le ayude con Melibea. Celestina va a hablar con Melibea y le consigue una cita, Calisto muy feliz de que Celestina le haya ayudado a conseguir la cita le regala una cadena de oro, los criados al ver esa ofrenda, van a reclamarle parte de lo conseguido. Tras una fuerte discusión entre Celestina y los criados que quieren parte de lo acordado, Celestina muere. Sempronio y pármeno, son acusados de matar a Celestina y son detenidos, Calisto ignora todo lo que es ajeno a su pasión por Melibea y substitulle a los criados. Calisto acude a la cita, que se lleva acabo en los jardines de Melibea, y los dos enamorados escuchan unos fuertes gritos que provienen donde esta sus criados, Calisto en su gran acto heroico trepa el muro para ver lo que sucede y cae, Calisto muere. Melibea le explica a su padre que su vida ya no tiene sentido y se arroja desde una torre al vació. El padre de Melibea concluye la obra manifestando el dolor y el sentimiento de un mundo rasgado por la Fortuna.
Personajes
Los personajes son realistas y evolucionan al largo de la obra. Son arrastrados por las pasiones: Calisto y Melibea actúan movidos por el amor, mientras que la codícia domina a Celestina y los criados. Son personajes diferenciados, que no responden a los modelos literarios anteriores. Los personajes comparten un fuerte individualismo y una visión del mundo pagana y trágica.
TemaLos personajes son realistas y evolucionan al largo de la obra. Son arrastrados por las pasiones: Calisto y Melibea actúan movidos por el amor, mientras que la codícia domina a Celestina y los criados. Son personajes diferenciados, que no responden a los modelos literarios anteriores. Los personajes comparten un fuerte individualismo y una visión del mundo pagana y trágica.
La Celestina combina los tres temas del momento: fortuna, amor y muerte. El azar, mueve a los personajes mediante las pasiones y los conduce hacia la muerte.
Objetividad
La intención de La Celestina era moralizadora, aparece clara, como en la literatura medieval, ya que presenta la muerte de los personajes como un castigo divino por su rebelión contra las normas morales de la época. Sin embargo, también reflejan la influencia renacentista y el pesimismo del siglo XV. Tiene un estilo variado, culto y coloquial.